Acabo de terminar un periodo de tres semanas de ayuno/limpieza y los resultados han vuelto a ser suculentos. Vista la expectación que ha suscitado entre las personas que me rodean, he decidido compartir esta experiencia también contigo.
Sé que hay dos temas tabú en la sociedad. Uno es el dinero y otro es la alimentación así que si sigues leyendo te pido que te matengas abierto a escuchar otros puntos de vista y que no te tomes ninguno de ellos como verdad absoluta [hace mucho que no creo en las verdades absolutas]. Sólo te comparto mi experiencia por si te inspira a hacer lo mismo o a mejorar tu alimentación para sentirte mejor.
En 2014 escuché una propuesta de ayuno/limpieza de tres semanas. Ya había escuchado técnicas similares, aunque no me habían llamado demasiado la atención. Sin embargo, en aquella ocasión sentí que era el momento para probar y comprometerme con este experimento, y lo hice con una propuesta que aprendí de Joaquina Fernández. Seguí la propuesta de limpieza durante tres semanas y la sensación de bienestar fue tan espectacular al finalizar este periodo que lo he repetido en 2015 y también este año.
Hay algo que me gusta mucho hacer en la vida y es juguetear con ideas durante un tiempo. De alguna manera es como si fuera al probador de ideas para ver qué tal me quedan. Después me quedo aquellas que mejor me sientan. En lugar de vivir de oídas o en base a opiniones ajenas, prefiero experimentar las ideas.
Así que de vez en cuando me comprometo con una idea o concepto o modo de vivir durante un tiempo. Como ejemplo, algunas de las que he probado han sido estar tres semanas sin email, pasarme un tercio del año viajando, estar un mes sin TV [luego se prolongó durante años], pasar un año sin tomar nada de alcohol [con un comodín de doce días al año], o tomarme unos días sabáticos en soledad cada año, entre otras…
Volviendo a las tres semanas de limpieza, estas son algunas de las conclusiones:
– Cuando cuidamos el cuerpo y lo mimamos la sensación de bienestar es permanente y más profunda. Mi forma de vivir y de alimentarme es de por si bastante frugal y saludable [prácticamente nada de carne, muy poco pescado y principalmente crudo, alimentación basada principalmente en vegetales como verduras, frutas, germinados, semillas y legumbres, prácticamente nada de pan, etc…]… Aún así, cuidar un poco más la limpieza y eliminar completamente el pan, los fritos, el alcohol, hervidos o asados, el café y el te durante un tiempo le facilita al cuerpo su tarea de estar limpio, y por tanto rebosante de energía.
– Al minimizar al máximo la ingesta de tóxicos, el cuerpo no tiene que perder energía en depurarse. La conclusión es que estoy mucho más descansado, fresco y duermo menos horas. Además, me estoy despertando por la mañana mucho más feliz y energético.
– Pero lo más interesante de todo esto para mi es que cuando cuidamos los alimentos que ingerimos, la claridad mental se incrementa. Resulta difícil de explicar lo mejor que se puede llegar a pensar cuando tu cuerpo está limpio. Es el tercer año que lo hago y sin duda puedo afirmar que en mi experiencia lo mejor de la limpieza/ayuno es que soy capaz de pensar con mucha mayor certeza. Es como si tuviera mayor capacidad para tomar la decisión correcta en menos tiempo. Como si cualquier bruma mental desapareciera. Sólo por eso ya merece la pena.
Ahora, los principios de este ayuno/limpieza que he seguido durante 21 días:
– No tomar nada de café, te o alcohol.
– Eliminar cualquier bebida que no sea agua pura [este principio lo he incumplido en cuatro ocasiones en algún evento social donde he tomado agua con gas y medio limón exprimido].
– No tomar alimentos pasados por el microondas, fritos o hervidos. Sí que he hecho algún alimento al vapor. Obviamente nada de microondas o de recalentar.
– Hacer desayuno líquido, comida sólida y cena líquida. Si he comido algo entre horas ha sido manzana o zumo de manzana.
– Las cenas y desayunos líquidos tienen el objetivo de darle un respiro al cuerpo y de hacerle más fácil su trabajo. En mi caso me he decantado por batidos verdes de leche vegetal, frutas y verduras. ¡Deliciosos!
– Eliminar los postres [sin embargo algún día puntualmente he tomado de postre higos secos o dátiles…¡Todo un exceso!].
– He hecho al menos 20 minutos de deporte intenso o 60 de deporte más tranquilo en tres ocasiones a la semana.
– La comida ha sido vegetariana, salvo un restaurante japonés a la semana y dos pescados al vapor [5 excepciones en 63 ingestas].
– Nada de lácteos, pan, o gluten, salvo arroz integral en una ocasión a la semana.
– Beber agua abundante filtrada para ayudarle al cuerpo a depurar. No he tomado ninguna otra bebida.
– Minimizar la exposición a noticias, cotilleos, críticas, quejas o cualquier otra influencia negativa en nuestro estado de ánimo.
– Dejar 12 horas entre la cena y el desayuno, así como un rato entre la cena y el momento de irse a dormir.
Como puedes comprobar son principios fáciles de seguir y que sin embargo ofrecen unos excelentes resultados. En realidad se separan muy poco de mi día a día y la razón por la que sigo estos principios es muy sencilla: porque me hacen sentirme mucho mejor.
Comparto todo esto contigo por varias razones…
La primera es que creo que los seres humanos nos estamos matando lentamente con un estilo de vida que no respeta a nuestros cuerpos y con una alimentación que lejos de alimentarnos nos está intoxicando.
La segunda es porque cuando nos alimentamos mejor, nos sentimos y pensamos inevitablemente mejor. Y sólo por eso ya merece la pena.
La tercera es que alimentarse mejor no es sólo mejor para ti sino también para el Planeta. O cambiamos nuestra forma de alimentarnos o vamos a destruir el planeta. Si tienes dudas con esto te invito a que te informes al respecto.
Si te ha parecido interesante, en los próximos seminarios VIVIR SIN JEFE y VIVIR CON ABUNDANCIA compartiré contigo herramientas muy sencillas para que puedas aprender a cuidar más de tu salud y a sentirte lleno de energía.
Recuerda que no estaría de más, contar con algún tipo de supervisión si decides seguir estos principios. También te puede interesar este artículo sobre los mejores libros de salud.
Sergio Fernández
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