12ª edición de Vivir con Abundancia ya está disponible…
… y puedes encontrarlo en librerías
Para celebrarlo, quiero regalarte un capítulo gratis.
Han pasado más de cuatro años desde que escribí Vivir con Abundancia. Recuerdo que siempre me preguntaba por qué algunas personas parecían resignadas a vivir sufriendo, mientras otras alcanzaban sus objetivos y los materializaban casi sin esfuerzo.
Entonces entendí que la vida es como un juego.
Y como juego, la vida tiene una serie de reglas y normas que generalmente nadie nos enseña.
Conocerlas te facilitará tu vida, y te ayudará a cumplir con tu propósito.
Tras un profundo trabajo de reflexión y análisis, quise compartir con la gente aquellas reglas de la vida que pude deducir y las plasmé a través de las líneas de Vivir con Abundancia.
El capítulo que he decidido compartir hoy contigo es ‘Las ventajas de la escasez’
‘Las ventajas de la escasez’
Todo comportamiento tiene una intención positiva
[Uno de los principios de la PNL]
Cada comportamiento humano es funcional o nos aporta una ventaja en algún sentido.
Lo demás sería pensar que los seres humanos nos comportamos absurdamente, y por más que pueda parecer que es así en determinadas ocasiones, no lo hacemos. Por más irrazonable que pueda parecerte algo que hiciste en el pasado, ese comportamiento aparentemente grotesco, en algún nivel que quizá aún desconoces, te proporcionó alguna ventaja.
Cada comportamiento humano de alguna manera es funcional.
Las personas nos comportamos de la mejor manera que sabemos en cada momento y, por tanto, tomar decisiones que nos llevan a la escasez también nos proporciona, en cierto nivel, cierta ventaja.
Hasta que no seas capaz de reconocer las ventajas que te proporciona vivir sin abundancia no podrás evolucionar puesto que esa conducta es, en algún sentido que tienes que descubrir, adaptativa.
Es posible que la principal ventaja que te aporta vivir sin abundancia en el ámbito en el que la estás experimentando es que atraes atención, que es algo muy diferente del amor pero que se le parece tanto que a veces pueden llegar a confundirse.
Mientras que el amor de una persona siempre querrá lo mejor para ti, la atención es sólo eso, atención, que significa que por un momento, o por toda una vida, alguien está pendiente de ti. Y lo que tiene la escasez, con su urgencia y necesidad inmediata de ayuda y comprensión, es que atraerá la atención de otras personas. Sin embargo, hay formas más sofisticadas de dar y recibir amor y de sentirse, por tanto, humano.
Los seres humanos preferimos que nos maltraten a que nadie nos preste atención, preferimos el dolor a la indiferencia, que otro nos hable mal a que nadie nos hable. Lo peor que puede experimentar una persona es la indiferencia y uno de los miedos ancestrales que tenemos los seres humanos es que nadie nos ame. En el pasado, quizá también hoy, estar aislado significaba casi irremediablemente la inanición y la muerte. Los seres humanos estamos diseñados para vivir en compañía, por eso la escasez puede ser una estrategia para atraer la ayuda, la atención o la compasión de los demás.
Sin embargo hay formas más auténticas de sentir y experimentar el amor de tus seres queridos que viviendo en la escasez para que te miren, te compadezcan y te ayuden. Olvídate del reconocimiento externo, ya sea porque vives en la escasez o en la abundancia: no sirve para nada.
El único motivo por el que deseas reconocimiento externo es porque aún no eres capaz de otorgártelo tú mismo. En caso contrario no lo necesitarías. La atención que atrae vivir con escasez es un precio demasiado caro como para seguir experimentándola.
Sergio Fernández